El interior del caparazón

Los hermanos obedecieron, adentrándose aún más en el caparazón de la tortuga. Allí, encontraron un cuadro de mando que parecía sacado de una película de ciencia ficción. Luces parpadeantes, botones brillantes y pantallas holográficas llenaban la cabina.

Los botones, interruptores y controles táctiles se extendían a lo largo de los paneles de control. Cada uno de estos controles tenía una función específica, y algunos estaban marcados con símbolos estelares que permitían a Marco, Pablo y Donatella navegar con destreza por el vasto cosmos. Por ejemplo, había botones para ajustar la velocidad, cambiar la dirección y activar los sistemas de navegación.

Cada detalle de los paneles estaba diseñado con precisión y elegancia. Los hermanos observaron con atención mientras las pantallas holográficas mostraban información en tiempo real sobre su ubicación en el espacio, la trayectoria de vuelo y las constelaciones que se acercaban. Estos hologramas parecían flotar en el aire, proporcionando una vista tridimensional de su entorno estelar.